¿Por qué los semáforos usan esos colores?
La casualidad forma parte de muchos de los descubrimientos que se realizan a diario en la ciencia. Algunas de estas invenciones han tenido evidentes aplicaciones prácticas en la sociedad.
Un semáforo es un poste que señaliza a los conductores
Si es seguro pasar, o no, por el carril en el que está situado. Son conocidos también como señales de control de tráfico y se sitúan en intersecciones viales y otros lugares para ‘regular’ el paso del tráfico, y por supuesto, también el paso peatonal.
En la actualidad existen muchos tipos de semáforos, sin embargo, el más común se vale de tres colores universalmente utilizados que son el rojo, amarillo o ámbar, y verde; para indicar a los conductores cuando deben detenerse, reducir la velocidad hasta detenerse, o acelerar, respectivamente. Aún cuando muchas personas confunden el amarillo con una invitación a apurar la marcha antes de que cierre el semáforo.
Pero la pregunta que nos hacemos es ¿por qué esos colores? ¿por qué no usar azul, magenta o algún otro color?
Rojo es igual a peligro
Universalmente hablando el color rojo es señal de peligro, ya que por tradición se le asocia con el fuego y la sangre; por lo tanto fue considerado el más idóneo para la señal de ALTO. Sin embargo, la selección de los otros colores no fue tan acertada a la primera.
Mucho antes que fuera necesario tener semáforos en las calles, ya había señales en las vías de ferrocarril, y en la década de 1830 se escogió el color verde para la luz de ‘precaución’ y una luz transparente o clara para indicar la señal de ‘avanzar’. Estos colores no funcionaron como se esperaba, en especial la luz transparente ya que no todas las estaciones coincidían con el tono claro de la luz y en muchos casos, el color se confundía con el reflejo del sol y los conductores fácilmente dudaban sobre si seguir o bajar la velocidad.
Fue entonces cuando los ingenieros ferroviarios decidieron seleccionar el color el verde para avanzar y el amarillo para bajar la velocidad e ir con precaución.
Los colores se escogieron por su fácil visión en grandes distancias incluso en condiciones meteorológicas extremas, y además por el pronunciado contraste entre ellos. Esto no es así con otros colores, como el azul, que es mucho menos visible.